Los viajes que uno realiza de manera voluntaria (vamos a decir los de ocio o vacaciones en contraposición a los laborales) responden a muchas variables. Pero últimamente me surgió la intriga de que es lo que nos hace elegir entre un destino u otro.
Más allá de diferentes variables objetivas (la económica por ejemplo) o subjetivas (montaña/mar – descanso/descubrimiento) me llama la atención justamente que lleva a la gente a elegir por ejemplo entre dos playas separadas por cinco kilómetros o tal o cual cerro en la Patagonia, o si Madrid o Barcelona.