Rusia siempre me generó una magnética atracción desde que era chico. No sé bien porque aún. Quizás sea la personalidad tan fuerte de sus compositores, la admiración por sus intérpretes, el frío reinante gran parte del año, el uso del alfabeto cirílico. O quizás todas, incluso algún motivo no consciente. El hecho es que me encanta Rusia y todo lo que tenga que ver con ella y el mundo eslavo.
Mi primer acercamiento fue en 2012, al finalizar un viaje de estudios, con un amigo decidimos escaparnos tres días a San Petersburgo. Un flash. Llegar a Pulkovo (el aeropuerto de San Petersburgo) fue como aterrizar en la Unión Soviética (aún no había sido modernizado). Caminamos como locos, el museo Hermitage, la Nevsky Prospekt, las fabulosas iglesias ortodoxas… Y en el medio de la famosa ola siberiana de ese año… Llegamos a tener -33 grados de sensación térmica… Tremendo.
Pero no dejaba de ser la ciudad que Pedro el grande hizo para europeizar la Rusia de esa época… Necesitaba conocer Moscú.
Llego el final del 2014 y planeando mis vacaciones encontré una manera baratísima de llegar con 4 escalas (obviamente la valija se perdió y nunca la tuve en mi poder en mi estancia moscovita… Por suerte nunca bajó de -18 la temperatura…).
Rememorando el viaje me di cuenta que tengo muchas fotos y recorrí algunos lugares muy particulares así que decidí dividir a Moscú en más de un post. Este primero tiene las primeras impresiones y algunos datos surgidos de la experiencia de la visita en sí.
Después de hacer conexiones en Santiago de Chile, México, Nueva York y finalmente Ámsterdam, estaba en camino.
No me importaba nada. Estaba yendo a Moscú. Con una mochilita y dos mudas de ropa que compre en una de las escalas.
Llegue a Moscú un domingo al mediodía. Por volar por KLM llegue a Sheremetievo, donde Aeroflot es reina. Tanto este como Domodedovo y Vnukovo, que son los aeropuertos principales están conectados por el Aeroexpress un tren sin paradas que van a las principales estaciones de Moscú. Yo llegué a Belaruskaya vodzal (estación de Belarus). Tome el metro marrón y en 5 minutos estaba en mi hotel. La estación era Mendelevskaya.
Aquí me voy a detener para contarles un poco sobre la movilidad en Moscú. Sin lugar a dudas la mejor forma de moverse por Moscú es en subterráneo. La ciudad es monstruosamente enorme. Y las distancias son generosas. No quiero decir que todo es lejos, pero… nada es demasiado cerca.
El sistema es maravilloso, muchas líneas perpendiculares y paralelas unidas por una línea circular. Se puede llegar a cualquier lugar con un máximo de dos combinaciones. La frecuencia es extraordinaria. Viaja MUCHA gente, pero en hora pico cerca de un coche por minuto. Al final de cada andén hay un reloj que tiene la cuenta regresiva para el próximo coche. Detalle de color, utilísimo para el turista, en el subte hay wifi gratuito!
El subterráneo de Moscú tiene muchas particularidades. Por empezar está a una profundidad notable. Tanta, que a los andenes siempre se accede (o se sale) por escaleras mecánicas. Según dicen estos fueron construidos, por lo menos las estaciones más antiguas en época de Stalin y servían como refugio ante bombardeos. (Es más durante la segunda guerra mundial, el avance de la red de subterráneos y de obra pública en general, casi no se vio afectada)
Otra particularidad de las estaciones es que son temáticas, y lujosas en su ambientación. Por ejemplo, Pushkinskaya, la estación de Pushkin, posee una enorme estatua de él. Belaruskaya, escenas de la vida rural o militar, y así. Además los sistemas de iluminación son de acuerdo con la temática, como en Mendelevskaya donde son series de átomos (en honor a Mendelev, el creador de la tabla periódica). Acá algunas fotos para ejemplificar.
En cuanto a otros medios de transporte, también hay buses, pero no tuve una buena experiencia, y además si uno no habla ruso, es más complicada la interacción. El subte es la mejor manera de moverse, sin dudas (si te perdés en los pasillos, en el piso hay flechas con carteles de colores en ruso y en inglés y te orientas en un santiamén)
El otro gran medio de transporte por tradición es el ferrocarril (el transiberiano es una cuenta pendiente en los viajes que me gustaría hacer), pero es para alejarse bastante más de la ciudad, como contaré en la próxima entrega 😉
Otra cosa a tener en cuenta es la comida. Es deliciosa, suele ser muy calórica, lógicamente por las bajas temperaturas que hay gran parte del año. Bastantes fiambres, preparados con crema, pero también sopas, verduras, y el espectacular trigo sarraceno.
Moscú es una gran metrópolis, cada vez más internacional, tanto en su oferta como en sus precios. Todas las cadenas presentes en el mundo están también presentes aquí
Hay una cadena que adopto el sistema occidental, pero sirven exclusivamente comida rusa y ucraniana. Se llama Teremok. Está buenísimo, porque uno come «comida de verdad» probando los sabores locales (fui varias veces pidiendo cosas distintas para probar todo!), a un buen precio y con menú en inglés, (siempre ante la duda pregunten, «¿anglinsky?» porque cartas en ingles suele a ver pero poca gente habla en inglés, menos aún en español o spansky) basta con señalar lo que querés.
En los supermercados hay de todo (muchas cosas típicas, y mucho pescado, ¡imperdible!), para tener siempre algo para comer al paso. ¡Muchos incluso trabajan las 24 horas! Cerca de Pushkinskaya, hay uno que además se construyó en la década del 20 con todo el lujo, y no es caro. Visitarlo solamente es una muestra del estilo y la grandilocuencia que está presente en el ADN ruso.
En cuanto al alojamiento, finalmente, la variedad es inmensa. Hoteles, hostales, Airbnb, couchsurfing. Yo fui a un hotel que estaba realmente muy bien por el precio que conseguí, buen wifi, un desayuno espectacular que te dejaba satisfecho hasta las 3 de la tarde, y en la puerta de una estación de subte. Mis primos fueron este verano y usaron couchsurfing, y tuvieron una gran experiencia. Los rusos, pese a parecer serios y parcos, son muy hospitalarios, y cuando uno demuestra curiosidad por su país son muy generosos. A veces ubicar las direcciones en Moscú, y Rusia en general, es complicado, pero nada que un celular con mapas cargados no resuelva. El único consejo, sea cual fuere el alojamiento que elijan, siempre busquen tener un subte a mano, van a ahorrar mucho tiempo.
En los próximos post de Moscú, lugares paradigmáticos y algunas rarezas.
Mientras lo leía me sentía en Moscú! Lograste transmitir pasión al relato y me dejé llevar hasta esa hermosa ciudad que aún figura en mi lista de destinos pendientes.
Hasta pronto!
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Qué bueno Betty que te hay gustado. Es una ciudad maravillosa. Tenes que ir! Un beso
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¡Javier! ¡Mis hijos no van a comer por tu culpa! Ya empiezo ahorrar para Moscú 😊 Lo de los subtes es cautivante… ¡Aguardo los siguientes posts! Abrazo
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Jajaja! Vamos y hagamos el transiberiano de paso!
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Siento por Rusia la misma fascinación que vos describís. Destino pendiente. Como te manejaste con el idioma? Leí que es muy difícil y que casi nadie habla inglés en Moscú, me desalentó un poco, eso porque la persona que escribía había viajado por todos lados. Buenísimo post, espero los próximos 🙂
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Muchas gracias! Me alegro te haya gustado. Es un tema complejo el idioma. Se habla poco inglés (yo con mi nivel precario me sentía un locutor de la BBC). Pero en los lugares turísticos esta todo bilingüe al menos en papel (pedir anglinsky). La otra es aprenderse el alfabeto para leer los nombres de las calles y las estaciones. Eso no es complicado. Hablar ruso si. Es un idioma muy complejo porque gramaticalmente es muy diferente. Pero no tiene que ser una barrera, le agrega «picante» al viaje. Tenes que ir!
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Aunque no me atrae mucho Rusia, ya me gustaría estar en esas estaciones de subte y claro que probaría las especialidades adaptadas de Teremok y también subiría al transiberiano, conclusión Iría Ya ! #SeguíConMoscú
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En conclusión, hay que ir!!! Es un destino especial. Tiene ese plus que nos gusta que no está masificado. Tiene ese no sé qué… gracias por pasar, leer y comentar juli!
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Bien Javi! Me alegro que hayas concretado la incursión en el mundo blogger. Pero oojo, no le quites tiempo al musico-runner, abrazo amigo. Espero el próximo relato. San
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Hola San! Gracias por pasar y tomarte unos minutos para leer y comentar. Obvio que no. Es un complemento a lo otro 😉 un abrazo
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Me paso mas o menos lo mismo. Desde chico quise visitar Rusia y afortunadamente ya estuve 4 veces. Confieso que la primera vez Moscu no me emociono. La gente me pareció demasiado antipática (más de los que esperaba) y no se, me gusto mas San Petersburgo. Pero en las siguientes visitas me encanto. Y la última la corone con gran parte del transiberiano. A todo aquellos que duden, acá hay otro enamorado de Rusia que la va a recomendar siempre. Saludos!
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Muchas gracias por tomarte el tiempo de leer y comentar antes que nada! Que flash debe ser el transiberiano (seguí tu viaje por IT). La gente creo que hace al lugar, y fue conocer su historia/cultura la que me hizo entender su idiosincracia. Me causa intriga que pensaran ellos de la nuestra. Te mando un saludo!
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Muy lindo tu relato y totalmente de acuerdo. Yo también tenía curiosidad por el país y un montón de ideas preconcebidas de como sería Moscú (mucho cine de USA), hasta que tuve la suerte en mayo de este año de visitarla junto a San Petersburgo y terminé locamente enamorada de las dos, tal es así que ya estoy planificando volver el año próximo si es posible.
Estuve 3 días en cada ciudad y me parece que me faltó un montón por conocer, espero poder dedicarles más tiempo la próxima.
Como dato anecdótico y sin planearlo estuve en Moscú justo para el desfile del 9 de mayo y fue algo muy movilizante, ver a los veteranos de guerra y/o sus familiares desfilando con las imágenes de sus caídos, todo en armonía y respeto, realmente la gente feliz y festejando..
Terminé en una plaza cerca de mi hotel escuchando a un grupo cantar polcas rusas clásicas con el público acompañando emocionada alrededor. Estuve varios días con «Katyusha» sonando en loop en mi cabeza jaja..
¡Saludos!
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Hola! Muchas gracias por tomarte el tiempo de comentar! Me pasó algo así con San Petersburgo. Solo estuve tres días y me pareció poco. En cambio en Moscú estuve 6 y pude conocer algunos lugares un poco fuera del circuito habitual. El día de la victoria!!!! Increíble!!! Es uno de los acontecimientos del año. Me alegro que te haya gustado y atrapado tanto Rusia! Te mando un saludo
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